OCTETO

OCTETO

I

Te escribo con ímpetu de rimas y sonetos
Estas letras que forman al ser que concebí y algunos llaman poesía
la misma que ciertamente eres tu y yo
y el inmenso amor que a nosotros
Amantes de lunas,
Ansiosos de soles ,
Y enemigos del tiempo,
Nos rompe en delicados y dispersos cristales rojos o
nos eleva a los inmensos cielos entre nubes de por fin , días celestes.

II

Como mi abuela que teje con hilos de devoción,
Con empírica pasión , tomo estos treinta y un  recuerdos y con al aguja de tinta negra
Embrollo la alegría de tu presencia en cada suspiro desde mi renacer.

III

Eres música e imagen
que con un solo aroma puedo hacer descollante tu quimera psiquis
Adjetivos de beldad y verbos amoldados a todo tiempo (“te ame , te amo , y te amaré”)
Eres el frio abrazo ausente en la dorada o gris luz alborear
Y el frio de tu ausente abrazo en el negro o iluminado resplandor yaciente.

IV

Si pudiese formar un cuerpo con las palabras
TUS OJOS azules ,
Y TU BOCA de pétalo seco,
TU NARIZ de seda,
Y TU CABELLO revuelto,
Añadirle TUS MANOS soleadas,
También TU PECHO bélico ,
Darle TUS PIES ,
Adjuntarle TU AROMA,
Pintarle TU BRILLO,
Soplarle TU ALIENTO,
Y con la certeza de la imprenta de tu recuerdo
No hacer tu cuerpo texto , si no del texto , tu cuerpo.

V

Para no cohibirme las ansias de besarte el alma y abrazarte el miedo ,
Hacer mi arribismo , pericia
Volverte carne de palabras
Un alegórico cuerpo ,
como arrobador elixir
Hacer letra tu ausencia
Hasta los días del “hasta”
Hasta verte de nuevo.

VI

Para mantenerme con vida ,
La misma que me has devuelto
Te escribo el profuso amor entre
Pérgolas de embelesadores versos
Escurriendo
                         Por
                                  Escaleras
                                                      De
                                                             Frases
La patógena e inspiradora que es la ausencia
La fuerza ajena , que de cuerpo nos han distanciado,
La misma fuerza que a tu alma y la mía, no separa ni el mas profundo sueño.


VII

¡Amor!
No imaginas lo oscuro que el sol 
Y lo luminosa que es la noche
Como todo lo dulce se vuelve agrio
la mortal soledad me mastica recuerdo a recuerdo
Y el café de esta mañana fue tu beso en cada sorbo

La sal de mis lagrimas cae a la apófisis de mis clavículas
Calcina , sin temor ,cada célula de este, que ya es tu cuerpo.
Mi pedestre Corazón , te busca
Y como a un niño impaciente
Calmo con tonadas que le recuerda que no debe buscarte mas que en mi pecho.


VIII

TE AMO

Te he amado treinta y un mañanas y estas son una pavedad al resto de soles que le queda a la perenne contracción de mi tórax
Que como el natural y constante  ejercicio de respirar
Natura y constantemente paseas por todo mi cuerpo
Aspirar y exhalar , es adorarte
Parpadear , recordarte
Y suspirar tan inevitable como profesar mil y unas mil veces mas

                                                            TE AMO.
                                                         
03 de abril de 2015.



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