Terra_o_a.


-¿Te asustaste?-me preguntaba con la nariz rota y la boca ensangrentada
yo no le podía responder con palabras, el pánico no me lo permitía, me secaba las lágrimas volteando a mirar una y otra vez, esperando que no nos siguieran...

Esperamos el bus, como siempre, como cada mañana, solo que un poco más tarde por el "pequeño" incidente,
Él se limpiaba la nariz con un trozo de papel higiénico que le dieron en la panadería Terra_o_a, donde lo golpearían frente a mí, minutos antes...

Paramos el bus, y como cada mañana, no le cabía una sola alma más al destartalado vehículo.

No era capaz de mirarme a los ojos y yo evitaba a toda costa que me viera llorar. Estaba tan incomoda, se repetían una y otra vez las imágenes: Ese horrible instante en el que tu héroe, cae.
El revisaba su celular insistentemente como intentando buscar una forma de devolver el tiempo, llamar a alguien, contarlo, gritar, llorar... sé que no fue fácil para él , lo sé porque lo conozco bien, y si a ti no te gusta ver a tu héroe caer, a el seguro no le gusta caer frente a ti...
Su miedo se esconde tras risas nerviosas, y una mirada perdida que entre la humedad natural, esconde un pantano de dolor.
Yo no paré de llorar, incluso cuando pude sentarme, abrace con fuerza la maleta, como si esto ayudara a eliminar la rabia por no haber hecho absolutamente nada en ese instante... Mi cabeza se ahogaba en las preguntas que cerraban mis puños:
¿Y si lo hubiesen matado allí, frente a mí?
¿Por qué no reaccione?,
¿Porque tengo tanto miedo?,
¿Dónde está mi valentía de enfrentar la muerte incluso cuando alguien a quien amo depende de esto?, ni para morir soy buena... y entonces volvía:

 Golpe a la mejilla izquierda con puño derecho, 

patada en la entrepierna, 

sangre, 

gritos, 

AYUDA, ayuda por favor... 


dejaron el puesto libre al lado de el en el bus, me senté allí, saque del maquillaje la base y se la di para que cubriera las heridas, y quizás solo quizás nadie más lo notara. Realmente era inútil, quizás si disimularía, pero lo que realmente necesitaba era maquillaje para el alma, y yo necesitaría de nuevo este amanecer, pues nada volvería a ser igual...

-Márquenla- decía el hombre, mientras los otros dos me observaban detenidamente,

 

seguramente debí taparme el rostro. gritar, correr a él, evitar que lo lastimaran... Debí hacer muchas cosas en esos segundos...pero no lo hice.

 

Golpe en la mejilla izquierda con puño derecho, 

patada en la entrepierna, 

sangre, 

gritos, 

AYUDA, ayuda por favor...


-Ya me tengo que ir, me escribes cuando llegues al trabajo- bajó del bus y lo vi alejarse con el  corazón más con él, que conmigo...

Recordé entonces sus tibias manos calentando las mías camino al colegio, recordé el pocillo rojo en el que me servía chocolate caliente y la canción de cruz de navajas de mecano de fondo, recordé como con devoción embolaba mis zapatos y planchaba mi falda, recordé como cargaba mi maleta, y lo segura y protegida que me sentía allí, junto a él, y aunque lo vi caer, lo peor que pude sentir no fue verlo allí, sino pensar que quizás pude no volverlo a ver...
No fue verlo frágil , fue sentir que pude perderle...











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